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La puesta en escena
o cómo planificar una escena de novela antes de narrarla
Por César Sánchez Ruiz
El término puesta en escena se usa en teatro y cinematografía para hacer referencia a cómo el director, para cada escena, compone el escenario y ubica y hace moverse en él a los actores. En este artículo voy a explicar cómo en narrativa, una vez hemos trabajado la escaleta de nuestro relato o novela, conviene también hacer una puesta en escena de cada una de las escenas de la obra.
Lo habitual, al narrar una historia, es ir alternando entre resúmenes y escenas. En un resumen no detallamos el escenario ni las acciones de los personajes: por ejemplo, podemos empezar un narración resumiendo cómo un personaje recibió una llamada de teléfono y, a raíz de ella, viajó a Boston: «Estuve en Boston por primera vez en 1995. Mi tío Robert había muerto, y su abogado me contactó por teléfono para que acudiese a recoger un documento». Aquí no detallamos cómo llegó el personaje a Boston, si en coche o en avión, ni cómo había respondido al teléfono, es decir, no informamos de si recibió la llamada en su móvil, mientras paseaba, o en el fijo de su casa, mientras dormía la siesta. Tampoco damos detalles sobre la muerte del tío. Estamos resumiendo, no escenificando, y no nos preocupamos por la posición de los personajes en el escenario ni por los objetos que hay en él, ni por otros detalles como la iluminación, olores, ruidos, temperatura, etc.
Pero, tarde o temprano, tendremos que escenificar, porque, de lo contrario, el lector no llegará a sentirse inmerso en la ficción. Una escena es una unidad narrativa en la que la acción transcurre en un espacio y un tiempo continuos. Al narrar una escena, el tiempo de la narración coincide con el tiempo de la ficción: no se resume ni se elide nada. En el ejemplo que he puesto, la protagonista llegará al despacho del abogado y escuchará lo que éste tenga que comunicarle. Será una información importante, la que reciba del abogado, por lo que convendrá que el narrador se tome su tiempo y, aparte de describir el escenario (que aquí podría ser un despacho lujoso, que dé a entender que no se trataba de un abogado cualquiera y que el tío del protagonista estaba forrado o metido en algún asunto importante), nos muestre el diálogo que mantuvieron los personajes y cómo actuaron mientras hablaban.
Convendrá, lo primero, ubicar a los personajes en algún lugar de la sala. Si no lo hacemos, el lector únicamente visualizará un despacho de abogados y dos personas que dialogan, y no sabrá muy bien si están de pie, sentados en sillas, uno enfrente del otro, tomando café, agua, té con galletas... El lector los visualizará como si flotasen en el vacío, en el interior de un despacho, y la narración estará perdiendo muchísimos puntos. Aparte, no podremos aprovechar el escenario ni el attrezzo (objetos móviles, como aquí sería la botella de agua) para vestir las acciones y reacciones de los personajes: por ejemplo, hacer que la protagonista se atragante con el agua y tosa cuando reciba cierta noticia del abogado; por ejemplo, que su tío le ha dejado en herencia una fortuna.
Para esta escena, una solución de puesta en escena sería la siguiente: el abogado está sentado tras su escritorio en un sillón de respaldo acolchado. Al entrar la sobrina (acompañada por el secretario del abogado), el abogado, mientras la saluda, se levanta, rodea el escritorio y avanza hacia ella para darle la mano; por su parte, la sobrina avanza hacia él y le da la mano, todo mientras le responde al saludo; el abogado le pide entonces que se siente en una de los dos sillones, también acolchados, que hay frente al escritorio; la sobrina le da la gracias y se sienta en uno de ellos; el abogado le pregunta a la sobrina si desea beber algo; la sobrina responde que un poco de agua; el abogado le pide al secretario que traiga agua para la señorita; el secretario se encamina a una mesa que hay junto a la pared, en la que hay botellas de agua, una cafetera, etc.; el abogado regresa a su sillón y se sienta en él mientras le pregunta a la sobrina qué tal le ha ido el viaje; la sobrina le responde que bien. El secretario se acerca con un botellín de agua y un vaso y los coloca en el escritorio frente a la sobrina. La sobrina le da las gracias. El secretario se retira y sale del despacho. La conversación entre el abogado y la sobrina continúa...
¿Te has fijado en que, mientras detallaba la puesta en escena, la acción resultaba visible (el abogado se levantaba para darle la mano a la protagonista, ella, a su vez, avanzaba hacia él, él le preguntaba si quería tomar algo, etc.)? Esto es lo que has de conseguir al narrar, y solo lo conseguirás si, previamente, te has tomado el tiempo necesario en construir la escena en tu cabeza.