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Cómo documentarse para escribir una obra de ficción (y evitar que te pase lo que a Oliver Stone)
Por César Sánchez Ruiz
¿Sabías que Oliver Stone, para obtener la información que necesitaba para escribir uno de sus guiones, localizó en las Bahamas a unos narcotraficantes y empezó a preguntarles acerca de sus actividades, y estos se pensaron que era un policía y estuvieron a punto de matarle? En este artículo te hablo sobre cómo una buena documentación hará que tu obra, da igual que sea un guion cinematográfico, una novela o una obra de teatro, tenga más calidad, y te explico unas cuantas formas que tienes de conseguir la información que necesites. Algunas sí pueden implicar un cierto riesgo de que acabes saliendo en las noticias, pero la mayoría no te supondrán peligro alguno.
¿En qué consiste documentarse?
Documentarse consiste en recopilar información, a partir de una o varias fuentes, sobre algo en particular; esta información, luego, la podremos usar a nuestro favor.Lo normal es tener que documentarse varias veces a lo largo del proceso de escritura de una obra: desde su inicio, para, por ejemplo, explorar un tema y asegurarnos de que nos ofrece posibilidades, hasta su final, para, por ejemplo, averiguar cómo habla alguien de una determinada nacionalidad y poder redactar los parlamentos de uno de nuestros personajes.
No siempre es necesario documentarse. Si ya tenemos un amplio conocimiento sobre cierto tema, podría no hacernos falta obtener más información. También, en función del tipo de obra, la documentación puede ser más o menos necesaria: por ejemplo, si queremos contar una historia que transcurra en otra época y en otro país, seguramente tendremos que documentarnos más que si transcurriese en la época actual y en nuestra ciudad. No obstante, toda obra de ficción nos requerirá, por lo general, un mínimo de trabajo de documentación.
¿Por qué es útil documentarse?
En nuestro propósito de escribir una obra de ficción, documentarnos nos será útil por los motivos siguientes:En primer lugar, nos permitirá hacernos con material que luego podamos usar para dar forma a nuestra obra. Documentándonos podemos acabar sabiendo sobre lugares, personas, sucesos, vivencias, leyendas, anécdotas, ideas, objetos o elementos de cualquier otro tipo que nos ayuden a conformar la obra, ya sea en lo referido a la trama, a los personajes, al tema o a todo a la vez.
Por ejemplo, si siempre nos han gustado las historias sobre fantasmas y casas encantadas, y estamos pensando en escribir una obra que gire en torno a una supuesta presencia maligna en una vivienda, podemos documentarnos sobre el asunto: nos informaríamos sobre avistamientos de fantasmas, casas malditas, fenómenos paranormales, personas que se dedican a investigarlos, mitología relacionada, etc. De todo lo que averigüemos, seguro que hay parte que nos inspira para la elaboración de nuestra obra.
En segundo lugar, documentándonos podremos adquirir el conocimiento que nos permita mostrar algo o hablar de algo con el suficiente detalle para que a quien lea la obra pueda darle la impresión de estar presenciando la ficción.
Por ejemplo, si en nuestra obra estamos contando la historia de alguien al que destinan a una estación espacial ubicada en la órbita de Saturno, y, llegado el momento, queremos describir cómo se ven por la ventanilla los anillos que tiene el planeta, solo lo podremos describir de manera eficaz si previamente nos hemos informado sobre cuántos son estos anillos, qué extensión tienen, de qué están hechos, de qué color son...
Y en tercer lugar, una buena documentación evitará que la historia que contemos tenga fallos de verosimilitud que lastren la obra.
Por ejemplo, en el ejemplo anterior, habría que informarse sobre cómo son, o cómo podrían llegar a ser en un futuro próximo, las estaciones espaciales, y averiguar si pueden tener ventanillas. Seguramente, si las tienen, son de algún material tintado, para que los rayos del sol no hieran a las personas que viven en la estación ni afecten a los equipamientos que haya en el interior de la misma.
¿Cómo llevar a cabo la investigación?
Cada obra pide documentarse de una cierta manera: será la propia información que necesites conseguir la que te indique cuál es el mejor modo de obtenerla. En ocasiones, no te quedará otra que llevar a cabo trabajo de campo; otras veces, podrás hacerte con la información cómodamente desde tu casa.En muchos casos te servirá hablar con personas que te puedan informar sobre aquello que te interese saber, ya sea porque, debido a su profesión, sean expertos en el tema, o porque hayan vivido el suceso en cuestión, o por cualquier otro motivo.
Por ejemplo, si el protagonista de tu historia es alguien que, a menudo, fuerza cerraduras, y necesitas saber qué cerraduras se pueden forzar y cuáles no, cuánto se tarda, qué útiles se necesitan, etc., puedes pedirle a alguien que sepa de llaves y cerraduras que te informe al respecto. Lo más sencillo, en este caso, sería preguntarle a alguien que trabaje en la cerrajería a la que acostumbres a ir. Alternativamente, podrías preguntarle a alguien que sepa de carpintería, aunque en este caso te informará, más que nada, de cerraduras de puertas. Lo ideal, quizás, sería preguntarle a alguien que, al igual que tu personaje, se dedique a forzarlas para acceder donde no debe, pero, claro, no debe de ser fácil contactar con alguien así.
En otros casos te valdrá visitar un sitio. Así podrás presenciar cómo es el lugar en cuestión, fijarte en los detalles que te puedan interesar e, incluso, experimentar qué se siente estando allí; luego podrás comunicar todo ello, o lo que necesites, en tu obra. Importante: antes de visitar un sitio, infórmate de cualquier peligro que puedas correr en él.
Por ejemplo, si tu protagonista, en determinado momento de la historia, se ve obligado a meterse en unas alcantarillas, y sabes que el ayuntamiento de tu ciudad organiza visitas guiadas a la red de alcantarillado, puedes apuntarte a una de ellas. Y si no las organiza, o si prefieres visitar unas alcantarillas por tu cuenta, puedes tratar de localizar algún punto por el que puedas acceder a los túneles. Eso sí, ten cuidado: nunca deberás meterte en una red de alcantarillado sin consultar antes la previsión meteorológica y asegurarte de que no va a ponerse a llover mientras tú estás ahí abajo.